Caridi
Caridi Iglesias Felipe José (Quique o El Tano) [secuestrado DD] ¡Presente! El 22-11-76 fue secuestrado en un bar de Almagro después de las 8 horas Felipe José Caridi, 32 años (nació el 9-3-44) Denuncia Marta Asla (su mujer) CONADEP 6049, declaración 3504, LE 4.435.786. Domicilio familiar: Charcas 3837, 5º B, Palermo. Era médico del Hospital Salaberry (Juan Bautista Alberdi y Cafayate) El 13-08-06, mientras fabricábamos la baldosa que dejara tallado su nombre en plaza Almagro, conocimos a su hija Inés. Ella (30 años, cursaba su doctorado en Física) nos dijo que su padre vivía en Bulnes 667, 1º C y era traumatólogo infantil. Había cursado su carrera con esfuerzo (trabajaba de taxista, mozo, etc.) y militaba en el PRT. Tenía dos hermanas, una de ellas vive en La Plata y otra en Italia. Enviar historia de vida y cualquier información sobre Felipe a memoriayjusticialmagro@yahoo.com.ar Después del acto. Algo que lo devino encuentro: Hola Alicia! Sé que el acto estuvo muy emotivo como todos los que ustedes hacen. Quiero pedirte un favor. Desde que nos tuvimos que ir de Argentina (mayo de 1976) no sabemos nada de Marta, la compañera de Felipe. A Inés la conocimos recién nacida... ¿Si contactas con alguna de ellas podrías darles nuestro correo electrónico para que nos escriban o enviarnos el suyo? Un abrazo grande y muchas gracias. Gabriel Le dejé grabado en el contestador la dirección de ustedes a Inés. El nene con guantes es el hijo de ella. Beso. al Muchísimas gracias, Al! Ya nos comunicaremos con ellas. Parece que el tiempo no hubiera pasado...y Marta y Felipe tienen un nieto! Nuevamente gracias por enviarme la crónica, el email y la foto del hijo de Inés. Gracias a vos y a todos ustedes nos reencontraremos con Marta a quien no sabíamos como contactar. Y es muy importante para nosstros...Un beso Gabriel Queridos compañeros: Fuimos amigos de Felipe Caride desde que nos conocimos en la Facultad de Medicina. Treinta y un años después de su desaparición nos sigue doliendo su ausencia como el primer día. Pero es lindo recordarlo con esa sonrisa tan particular. Esa que nos sorprendió cuando abrimos el blog y vimos su foto. El Tano se hace presente cada día en nuestra memoria. Se aparece juntando caracoles, diciendo que era del taco de la bota, cocinando con lo que hubiera, hablando con nuestras madres de las plantas del balcón. Y, sobre todo, viviendo en la eterna solidaridad, en su coherencia militante que selló cada uno de los actos de su vida. Desde Barcelona queremos estar presentes en este homenaje y felicitarlos por mantener viva la llama de la memoria. Irene y Gabriel Nos estábamos ensoberbeciendo con el buen tiempo. Era hora que un chaparrón interrumpa una colocación. Va el primer informe de una colocación frustrada. Repartimos los volantes. Había mucha gente en la plaza y en la repartija nos encontramos con: Dos familiares de desaparecidos. Una: hermano desaparecido en Mar del Plata. Otro: un muchacho de unos 30 años con su hijo que tienen un familiar desaparecido en Campana. Una señora de unos 80 años que preguntó por la baldosa de Acuña de Figueroa y Corrientes y hubo que explicarle que ya la íbamos a poner de nuevo. Otro señor, ídem edad, que estaba jugando al dominó y se guardó el volante y cuando salía de la plaza nos dijo que él ya sabía de las baldosas porque vio la de Medrano y Corrientes. Otro señor que leyó el aviso en Página/12 y se acercó al acto, se comió toda la lluvia hasta el final y dijo que va a venir el jueves a la reunión. Una chica joven que dice vivir enfrente de un médico que (ella sabe) repartió por lo menos cuatro chicos durante la dictadura y todavía no se decide a comunicarse con Abuelas... Me dijo que el ex el acto y la bandera y la movida son como mensajes que la impulsan a decidirse... Vino Inés Caridi con su hijito. Después se comunicará con los compañeros del padre que se comunicaron por e-mail... La respuesta de jóvenes y adultos fue buena, todos recibieron el volante. Fue importante la tarea que hicimos y, evidentemente, nuestra inserción en el barrio, a través de las baldosas, se nota. Lamentablemente, cuando estaba el cemento puesto... se largó la lluvia torrencial y tuvimos que suspenderlo. Gus y Susana nos recibieron en su casa con un mate reparador ya que salimos todos empapados hasta los huesos. Hoy nos reunimos para dejar marcados en Plaza Almagro los pasos de cinco compañeros secuestrados en las calles de nuestro barrio: José Felipe Caridi, Elizabeth Franco, María Cristina Lennie, Nelly Esther Ortiz y Julio Luis Vanodio. José Felipe Caridi fue secuestrado en un bar del barrio el 22 de noviembre de 1976. Tenía 32 años (nació el 9 de marzo de 1944) era traumatólogo infantil del Hospital Salaberry. Fue un gustazo conocer a su hija Inés cuando fabricamos la baldosa hace poco más de un año. Inés en ese entonces cursaba su doctorado en Física y hoy nos acompaña junto a su madre: Marta (aún vecina del barrio) Enseguida les damos la palabra a Marta y a Inés (seguramente, ya doctorada) Elizabeth Franco tenía 29 años (nació el 19 de junio de 1948) y su marido: Fernando José Jauretche formula la denuncia 2827 ante la CONADEP. Fue secuestrada el 23 de julio de 1977 en las inmediaciones del antiguo mercado del abasto. Los antropólogos forenses nos facilitaron el nombre de su marido, pero, no pudimos conectarnos con él ni con otros familiares. No renunciamos a la aspiración de encontrarlos. María Cristina Lennie fue secuestrada frente al viejo mercado de Abasto el 18 de julio de 1977. Tenía 30 años. Leo Mellibovsky nos contó, cuando colocamos la baldosa de su hermana, que trabajaba en el departamento de Alumnos de la Facultad de Medicina de la UBA (una página del gremio: www.apuba.org, dice que era solidaria, tenía carácter alegre y tuvo que dejar el trabajo cuando sus compañeros le avisaron que la estaban buscando) No pudimos comunicarnos con ellos y, quizás, por tratarse de una de las familias masacradas por la dictadura, tampoco pudimos ubicar algún familiar. Seguiremos intentándolo... Nelly Esther Ortiz tenía 46 años (nació el 12 de diciembre de 1929) era abogada y fue secuestrada en el trayecto entre su casa de Palermo y el Hospital Italiano, donde iba a hacer una consulta médica el 25 de noviembre de 1976. Como suele suceder, sólo pudimos recavar datos de su marido. Guillermo Raúl Díaz Lestrem era defensor oficial hasta el 24 de marzo de 1976, fecha en que, después de torturarlo, fue puesto a disposición del PEN hasta principios de 1977. En este lapso secuestraron a Nelly y la llevaron a la ESMA. Guillermo volvió a ser secuestrado el 30 de noviembre de 1978 y también fue visto en ese Centro Clandestino de Detención. El auditorio del Colegio de Abogados ubicado en la avenida Callao lleva su nombre. Seguiremos buscando datos (además de familiares, amigos y compañeros) de Nelly y otros “desaparecidos” del (o en) el Hospital Italiano. Julio Luis Vanodio tenía 24 años, estaba casado, era empleado de seguros y estudiaba en el Mariano Acosta. Cerca de ese colegio (Urquiza y Moreno) fue secuestrado el 26 de noviembre de 1976. Lo seguiremos buscando junto a otros estudiantes y docentes de esa prestigiosa escuela. Después de hacer estas cinco baldosas descubrimos los nombres de otros vecinos secuestrados en nuestras calles. Oportunamente haremos y colocaremos baldosas con sus nombres. Este primer mojón apuesta a que la universidad tome el “caso” Lennie; los abogados el de Ortiz; la comunidad académica del Mariano Acosta el de Vanodio; los médicos el de Caridi. No sólo para homenajearlos, sino porque los problemas que ellos buscaron resolver siguen vigentes. O se agravaron… Hoy lamentamos que esta plaza pública resulte enrejada por intereses económicos (alimentados por la paranoia de la “inseguridad” promovida por los medios) Hoy deploramos que el Mariano Acosta se caiga sobre la cabeza de sus estudiantes. Por suerte no los aplasta (sic ) Más que suerte: decisión de los padres, pibes y docentes. Hoy el antiguo mercado del Abasto tornó un paraíso del consumo estragador de nuestro barrio. Hoy las instituciones educativas, sanitarias y judiciales estarían desbastadas sin la obstinación por enseñar, aprender, curar y legalizar de médicos, docentes, estudiantes y abogados como Caridi, Franco, Lennie, Vanodio y Ortiz. Por eso apostamos a que quienes pisen estas baldosas (y las que seguiremos poniendo en nuestras calles) hagan de la memoria de Felipe, Elizabeth, María Cristina, Nelly y Julio un recurso para hacer habitable el barrio, el país y el mundo. Un nieto laborioso… Trabajo colectivo ¡Sí los hay! El 27-11-07, mientras corríamos agitados ante el aviso de un atentado contra las baldosas, recibimos otro mensaje de Barcelona pidiendo la dirección de Marta para comunicarse con ella. Después de avisarle a Inés se la comunicamos. Irene y Gabriel responden: Gracias a ustedes nos encontramos con Marta e Inés a las que estábamos buscando hace mucho tiempo ¡El tano tiene un nieto! Finalmente, nuestra improvisada “brigada de limpieza” resolvió el acto vandálico. Acompañada de vecinos indignados que afirmaban: Se creen que así van a borrar el horror.