Mellibovsky

By admin on 27 May 2011 |

Nombre: 
Graciela

En la esquina de Corrientes y A Figueroa hay mucha circulación y fuimos mejorando la calidad con la experiencia. Así decidimos rehacer la baldosa el 11-8-07. La nueva será resaltada con vidrios de colores alrededor. Graciela Mellibovsky Saidler [Fue secuestrada DD] ¡Presente! 29 años (nació 14-09-47) Licenciada en Economía (investigadora en Economía Política) fue declarada prescindible en el Ministerio de Comercio Exterior donde trabajaba. Traducía libros de inglés. Secuestrada el 25-09-76 en Acuña de Figueroa y Corrientes (hacia Medrano, números pares) CONADEP 3281, denuncia 1611. LE 5.691.833. Ex-estudiante del Nacional Buenos Aires (promoción 65) La orgullosa y golpeada familia del Buenos Aires tenía la necesidad de juntarse para llorar y, sin embargo, esto no tiene nada que ver con una evocación nostálgica. No venimos a lamentarnos y a decirle a los más chicos: ¡Qué revolucionarios que éramos! Vean, acá están nuestros mártires. Venimos a recordar con alegría y a proclamar una de las pocas certezas que nos quedan: los que quedamos estamos obligados a reconstruir una historia de la que todos nosotros fuimos y estamos siendo protagonistas. Reconstruir cualquier historia es una tarea difícil, y mucho más ésta. No sólo porque nos robaron los testimonios y hasta nos negaron los cuerpos […] también porque hicieron desaparecer las palabras. Durante mucho tiempo, pareció más conveniente (o más presentable) decir que los estudiantes desaparecidos luchaban por el boleto estudiantil y diluir sus anhelos revolucionarios en pequeñas demandas gremiales. Era como si reivindicar su militancia los hiciera menos inocentes, menos defendibles. La teoría de los dos demonios, según la cual extremistas de izquierda malos se tirotean con militares también malos, ante la mirada atónita de una sociedad buena que permanece ajena al conflicto, es el sentido común que se impuso desde 1983 hasta acá. Tenemos que desarmar esa idea, aunque enfrentarse con el sentido común no resulte cómodo. Cuesta todavía emplear palabras como subversión. De una palabra hermosa, que habla de dar vuelta las cosas, de transformar lo establecido, quedó una versión empobrecida que califica (y descalifica) a un delincuente… Necesitamos devolverle potencia a la palabra nosotros […] Todos los que estamos acá, con nuestras diferencias de ayer y de hoy, tenemos algo en común: lo que perdimos, lo que nos falta, nuestros amigos o nuestros hijos, nuestras grandes ilusiones de ayer y nuestras más modestas del presente […] Los compañeros muertos y detenidos-desaparecidos del Buenos Aires pertenecían a distintas generaciones: entre los egresados en 1965 (como GM) y Magdalena (Malena) Gallardo (que debió egresar en 1979) había quince años de diferencia […] Para Graciela y sus amigos de la promoción 65, 1973 debió ser la plenitud. Para los más chicos debió ser un huracán… En el acto oficial para recibir los alumnos de primer año, el entonces rector nos asustó: ustedes serán la clase dirigente del mañana. Siempre en este colegio se machacó sobre esta idea. La generación 73 -a la que hoy queremos darle forma- se apropió de esta idea y le cambió el sentido. De clase dirigente del país liberal a vanguardia de una revolución contra ese país liberal. En los 60, el colegio fue, a pesar de su proverbial elitismo, el reflejo de una Argentina en la que brotaban deseos confusos y turbulentos de jóvenes militantes nacionalistas, católicos, marxistas, peronistas. Era una sociedad que respiraba política. Los ecos del golpe gorila de 1955, el debate entre la educación laica o libre, Cuba, Mao, Mayo del 68, el Che y Camilo Torres, el Cordobazo, Aramburu, el regreso de Perón marcan a todos con distintas intensidades. Las agrupaciones del colegio expresaron esas ansias… El 22 de agosto de 1974 la Triple A (un ensayo de los grupos de tareas de la dictadura) mató a Eduardo Beckerman. Al Roña, como lo conocían todos, lo velaron en el claustro central del colegio. Los días posteriores al velatorio pegamos en las paredes del colegio unas obleítas que decían: Por el Roña, un minuto de silencio y 365 días de lucha […] Poco a poco nos empezamos a insensibilizar frente a la muerte. Pura autodefensa, seguramente… Desde 1983 hasta hoy, muchos miran críticamente a aquellos años y señalan: esos jóvenes eran violentos, bien-intecionados pero sin convicciones democráticas […] Sin embargo, en 1973, cuando el rector Aragón creyó en nosotros y nos dejó hacer, tuvimos una actitud tolerante y democrática para aquellos años […] La primavera de Aragón duró un poco más que la de Cámpora pero no alcanzó ¿Cómo se puede reconstruir la experiencia de quienes más perdieron? No pretendemos hablar por ellos, pero no renunciamos a hablar por nosotros... Los pibes dicen: muy bien, ustedes a los veinte años eran bárbaros; miren lo que dejaron […] Hoy venimos a dejarles algo más que las canciones de Sui Generis y algunos héroes para hacer un poster: Una lista de ciento cinco nombres […] No ciento cinco muertos, sino ciento cinco vidas… Este encuentro se llama Puente de la Memoria. Un puente que debe ser fuerte para que lo podamos transitar todos, cargados de algunas certezas y de muchas preguntas. Los más grandes no podemos ni debemos ser guías de nadie. Apenas –y no es poca cosa– podemos ayudar a construir lazos que unan generaciones […] Podemos ayudar a pensar una política no reducida al celular, la encuesta y el asesor de imagen […] Las revoluciones no son propiedad de nadie. Aprópiense ustedes, los pibes, de ese pasado que les pertenece y recíclenlo como les dé la gana, lo mejor que puedan Nosotros -los vecinos de Almagro- apostamos a construir el puente intergeneracional propuesto por Vázquez: no a llorar mártires, sino a recordar con alegría la vida… Enviar cualquier información sobre Graciela a memoriayjusticialmagro@yahoo.com.ar Va una semblanza de Graciela escrita por su familia: Graciela Mellibovsky nació en Buenos Aires el 14 de septiembre de 1947. Desde pequeña se había perfilado como una persona estudiosa y responsable en todas las tareas que asumía. Por ese motivo resultó ser una destacada alumna en el colegio Nacional de Buenos Aires y posteriormente en la Facultad de Ciencias Económicas donde obtuvo la licenciatura en Economía Política Siendo muy joven se había acercado a movimientos populares a través de los campamentos universitarios de trabajo que se hacían a lo largo de todo el país y en donde los estudiantes de familias de clase media tenían oportunidad de conocer esa otra realidad, la de los marginados, la de los excluidos. A partir de entonces no abandonó nunca la militancia popular dentro del peronismo revolucionario. A pesar de los riegos de la militancia en la época de la dictadura genocida del 76, persistió en la lucha contra la opresión y el genocidio implantado por los militares. EL 25 DE SETIEMBRE DE 1976 ACUDIÓ A UNA CITA CON SUS COMPAÑEROS DE MILITANCIA, aquí en las calles de este barrio de ALMAGRO. Los esperaban, los secuestraron y desde entonces nunca se supo más de ellos. Nos privaron de su presencia, de sus charlas, de su compañía, de su alegría. Pero por encima de todo, al igual que a 30.000 compañeros mas, le robaron su vida porque luchaban por una sociedad más justa. Hasta la fecha no sabemos cual fue su destino, pero no dejamos de buscar para saber quienes fueron sus secuestradores, luego sus asesinos, que justicia se les aplicó, pero sobre todo queremos saber los nombres de los responsables para juzgarlos y depositarlos donde deben estar, en la cárcel, para que cumplan su castigo y a modo de advertencia a quienes se atrevan a pensar en una nueva aventura golpista sepan cual será su destino. Sus padres, su hermano Va una foto del encuentro en que fabricamos la baldosa de Graciela, otros vecinos del Buenos Aires y secuestrados en las calles de Almagro. CÍRCULO DE AMOR SOBRE LA MUERTE, de Matilde Mellibovsky Matilde Mellibovsky en la 25° Marcha de la Resistencia Reseñaremos libros de antes y de ahora. Los indispensables. Los que nos llevan a memorias vivas, dinámicas, a los pasos de ellos junto a nuestros pasos. Círculo de amor sobre la muerte. Un libro de testimonios, escrito hace años por nuestra querida compañera Matilde Mellibovsky. 1392 vueltas a la pirámide de Mayo es suficiente repetición para considerar ese círculo como eterno e inquebrantable. Ya Pedro Orgambide le dio sustancia en el poema Circulen que da título a este libro entramado hace años por nuestra compañera, Matilde Mellibovsky. Circulen, dijo (el policía)/ y no supo que estaba impulsando una danza sin fin/ un círculo de amor sobre la muerte/ una sortija de bodas con el tiempo/ un anillo sobre su propio cuello. El eterno retorno de las madres cada jueves a las 15.30 se de-construye (o desovilla) en estos relatos de nosotras, donde cada testimonio se identifica y, a la vez, se diferencia del otro. Por un lado, el punto de intersección más evidente es la presencia continua (o eterna) de los hijos desaparecidos y la descripción de jóvenes solidarios, utópicos, avasallantes. Por otro, la imposibilidad de establecer un duelo, de aceptar la muerte, sin una tumba y sin la verdad de su destino final. Precisamente este punto provocó, entre otras cosas, la separación con el grupo de Madres de Plaza de Mayo liderado por Hebe de Bonafini, que rechaza absolutamente las exhumaciones, según Matilde. Por último, lo que hermana las narraciones es la posibilidad de sobrellevar el dolor en la lucha compartida y en la promesa sin respuestas del día jueves. Siempre habrá un jueves…siempre existirá la ronda…como un circuito de contención, acaso como un ritual fúnebre ¿Por qué no decir que la pirámide de Mayo se ha transformado en un cenotafio, un recordatorio sin tumba? Los restos de Azucena Villaflor ya descansan allí y cierran de alguna manera el círculo que comenzó el 30 de abril de 1977, cuando ella misma convocó a la Plaza a un grupo de mujeres desesperadas. Pero la historia de esta larga lucha la relata mucho mejor Matilde en un tono coloquial e íntimo, donde cada testimonio respeta el tono de las conversaciones con sus compañeras, las madres. Muchos años de esfuerzo y recopilación le demandó este libro a Matilde, que es reeditado hoy por la editorial Colihue, dentro de la serie Ediciones del Pensamiento Nacional. Antonio Elio Brailovsky comenta en su prólogo con razón: es un libro único, por lo que nos dice y por la forma en que fue escrito. Una de las protagonistas logra tomar algo de distancia con la historia y comienza a narrarla. La importancia del testimonio en primera persona es fundamental en la construcción de la memoria colectiva. Incluso hay teóricos que afirman que es el único relato posible en hechos históricos aberrantes como los centros clandestinos de detención o los campos de concentración nazis. La fortaleza para relatar ciertos hechos, como la llamada de Graciela, hija de Matilde, desde su lugar de detención, es admirable. Entonces oí la voz de Graciela…yo no tenía ninguna duda…era una voz… casi diría un poco alegre: Tía, tía, soy Graciela… No querida, soy mamá ¿dónde estás, dónde estás, mi amor? Entonces su voz se fue cambiando Estoy muy lejos, creo que estoy muy lejos. Comprendí que iba a ser una llamada muy breve y le pregunté: ¿Cuándo te voy a ver? ¿Te voy a volver a ver? Y ella me dijo: No, no, mamá, nunca más. No sé qué palabras después siguieron, pero ella me dijo con mucha emoción: Mamá, te quiero, te quiero… Y yo tuve fuerzas para contestarle: Y yo te adoro y estoy contigo…donde vos estás, estoy contigo. Y así fue… Este libro es una vivencia de tantos años de la búsqueda de nuestros hijos, primero, y, después, cuando los gobiernos militares y democráticos no nos daban una respuesta sobre el paradero de los desaparecidos, de la búsqueda de la verdad y la justicia. Como dice uno de los últimos capítulos, las madres seguimos en la ronda porque aún no sabemos quién dio la orden y qué fue del destino final de cada uno y también porque comprendemos que el Nunca más a la vejación de los derechos humanos sólo es posible impidiendo el olvido. Pero también cada testimonio habla mucho de la vida de esos hijos ausentes y allí descubre la diversidad, la diferencia. Muchas madres conocíamos la militancia de nuestros hijos, otras no. Algunas teníamos relaciones conflictivas con nuestros hijos, que el tiempo ayudó a comprender, otras teníamos una profunda amistad. Lo rico de estos relatos es que devela la relación universal madre-hijo y abre la historia particular de cada desaparecido y sus familiares. Este libro responde, entonces, cómo es y cómo ha sido desde 1976 la vida de todos los días de las madres. La autora narra este tránsito de la soledad al mito, del borde de la locura a la conciencia colectiva, y lo hace a partir de las vivencias íntimas de las protagonistas. Y es la vida cotidiana, la espera y la desesperanza, los retratos en la casa y en la plaza, y la ronda perpetua de quienes no tienen nada que perder y nada que ganar, pero siguen la ronda porque creen en la justicia, sintetiza Brailovsky con justas palabras www.madresfundadoras.org.ar “… Graciela tuvo sus etapas: una niñez alegre, una juventud cuestionadota como tiene que ser […] Fue muy feliz en el Buenos Aires. Ese colegio la marcó…” Matilde (Madre Línea Fundadora, integrante del CELS) “… La universidad intervenida por Onganía es el contexto que dio nacimiento a una agrupación nueva de la que Graciela fue fundadora. La llamamos Movimiento Universitario Nacional para diferenciarnos del reformismo histórico, en todas sus vertientes. Otros miembros de la agrupación fueron Isaac Sulkes y Beto Simona. Participamos en las elecciones clandestinas del CECE y en el congreso nacional de la FUA, también clandestino, realizado en Santa Fe. En octubre del ’68, burlando a la policía privada que había metido Frischknecht en la Facultad, montaron un gran cartel con la imagen del Che que se desenrolló automáticamente en la Rotonda. Graciela estuvo entre los ejecutantes del audaz homenaje. El MUN mantuvo su característica plural (izquierda independiente, guevarismo, peronismo emergente) y duró cinco años. El núcleo fundador (peronismo de izquierda) hizo un eje universitario fuerte en los primeros años y luego fue sucedido por una segunda camada porque el grupo inicial (del que formaba parte Graciela) entraron a militar fuera de la Facultad. La segunda mitad de la vigencia de la agrupación estuvo a cargo de cuadros más jóvenes que finalmente también optaron por la lucha extra-universitaria. Algunos se reciclarían a comienzos del ’73, cuando explotó el peronismo universitario. Para entonces Graciela ya estaría graduada” “… Era una piba con una belleza muy particular. Pelo castaño, tez clara, ojos almendrados. Cierta fisonomía europea con unos rasgos semitas que no se podían identicar ¿griego? ¿árabe? Judío? […] De carácter introvertido con un concepto del deber espectacular, una moral inquebrantable y una visión de la equidad a prueba de fuego, en su militancia debieron influir precedentes familiares, la formación del Buenos Aires y aquel país donde una chica porteña nieta de un judío ucraniano podía adherir a una lectura de la historia argentina cruzada por el nacionalismo y el marxismo. Un 26 de julio, Graciela participó en un ingenioso operativo sin armas, para cortar Libertad (cerca de las facultades de Derecho, Arquitectura y Plaza Francia) para reivindicar a Evita. Hacia 1969, al alejanrde de la militancia en la facultad, Graciela se incorpora a las Fuerzas Armadas Peronistas. A fines de 1973, por las sucesivas crisis de las FAP, terminará en Montoneros. Gaggero (su amigo del MUN) asegura que después Graciela se hizo crítica de lo que consideraba errores montoneros, pero pesó más su sentido del deber…” Algunas imágenes del encuentro: Queridos compañeros de Barrios por la Memoria: HV le rogó a Matilde: quiero escuchar Gracias por esta iniciativa, gracias por estar. tu voz, después de afirmar -con otros Además del valor político indiscutible de estos actos, oradores- si, después de 30 años, los quiero decirles que es muy importante para los fami- vecinos de Graciela son capaces de liares de los compañeros desaparecidos contar con un organizar un acto como éste: ella está espacio en donde el afecto de los amigos y la sensibi- en nosotros… lidad de los militantes de Barrios, nos permiten encon- trar y rescatar desde lo mas oscuro de la noche un lugar para nuestros militantes-hermanos-hijos que Desde ahora no me perderé ningún acto quedaron en el camino. Leo Mellibovsky A Graciela, mi hija desaparecida Matilde El principio del fin No vengo a decir que linda, ni que no fue ahora. revolucionaria era mi hija. Lo era. Fue hace 20 años. vengo a hablar de mi maestra. Hay un eco de su voz Maestra ciruela quizás. No importa, en el recuerdo. yo también era una alumna ciruela… Fue hace veinte años. Resuena en la mente y golpea el pecho las palabras angustiosas de despedida con el terror y el amor contenidos. Luego las imágenes de tu solitario miedo Muchos largos días de dolorosa incertidumbre. El horror de la tortura, luego el fuego que empujó el final. Allí acabaron tus sueños y los nuestros El olvido impuesto no sirvió Lo saben todos, hasta los asesinos. Es mentira la paz decretada Es verdad la muerte organizada Julio de 1997 Y sigue el acto… ¡Mucha gente! Habla Leo Mellibovisky Nuestra Ceci (desde el acto para hacer las baldosas del NBA) y Leo Nuestra Marisa (mujer del pueblo al decir de Verbinsky) Jorge no nos privó de lágrimas y de pensamiento…

Fecha de Desaparición o Asesinato: 
Hace 39 años 22 semanas
Barrio: 
Almagro