Le Fur
Beatriz Le Fur militaba en la Comisión de Familiares de Presos Políticos Estudiantiles y Gremiales (COFAPPEG) Nació, vivió, estudió y fue secuestrada en la Provincia de Bs. As. En el bar Gildo (Corrientes y Medrano, CABA) recibía la denuncia de las detenciones para hacer Habeas Corpus y avisar a los familiares. Fue secuestrada entre el 9 y el 15-6-1976 por la policía provincial y llevada a la Brigada Güemes de Puente/12 “Proto-Banco” El 23 de marzo de 2006 los ex alumnos de esa especie de Nacional Buenos Aires de la zona Sur, llamado Antonio Mentruit homenajearon a 28 compañeros DD o asesinados antes o durante la última dictadura cívico militar. Una profe de historia aportó dos nombres más y por semejanza numérica con los inscriptos en una división en ese entonces, surgió el nombre del encuentro: La división perdida. En las amenas reuniones para preparar el acto, algunos proponían hacerlo en la calle (para que no intervenga la entonces directora) Ganó la posición que decidió entrar a la Escuela para que participen los estudiantes. Los pibes, no sólo estaban formados con las pancartas desde las 10 horas, también silbaron a la dire cuestionada. Un sumario posterior destituyó a esa directora después de comprobar su complicidad con el terrorismo estatal. Va una primera semblanza dedicada por sus compañeros del ENAM allá por el 71. No fue del agrado del padre de Beatriz: Con su carita almendrada / y su boquita de miel / es Beatriz Le Fur / la ratera más fiel Va una segunda semblanza: El 25 de diciembre de 1975, a la mañana temprano, vino una chica a decirme si yo quería y me animaba a salir en auto a buscar familiares. Ya traían los habeas corpus para toda la gente que ellos conocían y nos fuimos […] Íbamos a la casa de los familiares para avisarles que había caído su hijo y darles el habeas corpus para que lo presenten. En el coche éramos tres, el chofer, la chica y yo […] Beatriz Le Fur era una hermosa joven, delgada, de tez blanca, cabellos lacios y ojos pardos… Eran tiempos duros. Beatriz podría haber apelado al coraje revolucionario o a la lucha de clases. Sin embargo dijo: si querés y te animás. Se podría presentar a Beatriz por muchos rasgos, quienes estuvimos cerca de ella, elegimos presentarla por una posición fiel a su deseo y respetuosa de la alteridad. Fiel a su deseo de hacer habitable el lazo social que le tocó transitar y respetuosa de la diferencia con el otro… Por último sus hermanas, después de reírnos del corte de pelo Periquita impuesto por una abuela sin saber el oficio y sin vocación , deseamos presentar una tercera semblanza con algunos rasgos bastante admirados. También envidiados, como hace a una relación fraterna que se precie… Beatriz era la menor de tres hermanas (sigue siéndolo porque la fraternidad -y el afecto- se mantienen en ausencia). Alicia le llevaba 9 años y Susana 6. Tal vez por ello, encontró recursos interesantes para vérselas con ciertos síntomas paternos. Van algunos ejemplos. Adriana y Beatriz eran llamadas las siamesas, así lo confesó llorando, Ignacio (un compañero del ENAM) cuando colocamos la baldosa con su nombre . Su amistad comenzó a los 3 años y continúa (también la amistad se conserva en ausencia) Disfraces de carnaval hechos por ellas mismas, pedir un coche de verdad a los Reyes Magos, helados arrancados en las tardecitas veraniegas a la pachorra materna. Las anécdotas pueden parecer triviales caprichos o hasta manipulaciones infantiles. Sin embargo, muestran una posición subjetiva que sostuvo en su corta vida. Beatriz fue detenida por primera vez a los 19 años. Se había casado días antes y su marido permaneció en las mazmorras dictatoriales durante diez años. Su hermana mayor regresó de vacaciones cuando Beatriz recién había sido liberada tras una estadía de una semana en el Coordina (Super-intendencia de Seguridad) En ese momento la familia del marido de Beatriz ofreció pagar abogados de renombre y su padre decide que la defiendan los elegidos por ella: Silvio Frondizi y Manuela Santucho (ambos homenajeados por los vecinos de Almagro) Beatriz, había sido detenida en un operativo con gran despliegue del ejército ante un vecindario atónito. Por eso confesó cierto resquemor para circular en el barrio y le pidió a Alicia alojarse por unos días en su casa. Aceptado lo cual, Beatriz se borró de la escena para reaparecer minutos más tarde lamiendo un helado. Un helado cura los miedos y las vergüenzas, sostuvo y, se quedó en el barrio para frustración de Ceci de cuatro años que adoraba a su tía y deseaba compartir con ella su cuarto ¿Retorno del recuerdo infantil del helado conquistado en la infancia? ¿Casualidad? No lo sabemos. El ejemplo no agota las coincidencias. A la graciosa del barrio sus cumpas las conocían como Graciela. La política se suele pensar como algo grave y ligado al sacrificio. Beatriz militaba a favor de los presos políticos (la segunda vez que cayó detenida dejó inconcluso un cartel que rezaba: libertad a los combatientes por la libert…) y lo hacía con alegría. Milito porque quiero cambiar el mundo, le respondió a su padre cuando él le advirtió sobre las fuerzas del enemigo ¿Por qué asimilar la política a la gravedad y al sacrificio y no al deseo? El filósofo francés Alain Badiou postula: La política empieza cuando se renuncia a representar a las víctimas para ser fiel a los acontecimientos donde se pronuncia el sujeto colectivo… Veinte años antes de formulado el axioma, Beatriz entendía la política como fidelidad al deseo de vivir mejor. Lo cual no se confunde con capricho, fortaleza yoica o cualquier otra forma de narcisismo… La 6ª sobrina de Beatriz (Mecha) hizo swing en el encuentro para hacer las primeras 8 baldosas de Almagro: 14-05-06. Beatriz tiene seis sobrinos y cuatro sobrinos nietos: Martín, Emiliano, Alejo y Gustavo son hijos de Susana, Ceci y Mecha de Alicia. A su vez Ceci tiene dos hijos, Martín uno y Gustavo una hija) Publicado el 09/06/2006 Baldosas por la Memora Beatriz Le Fur y otros compañeros Acto en Almagro Las madres apoyamos de todo corazón la campaña de instalar baldosas en los barrios como memoria permanente de los quede los seres queridos que ya no están… El 09-06-2006, en ocasión de cumplirse los 52 años del nacimiento de Beatriz (y casi a 30 de su secuestro) los vecinos de Almagro llevamos a cabo un acto en Corrientes y Medrano en el que colocamos la primera de las (por entonces) 54 baldosas. Entre las muchas emociones que nos brindó el encuentro: un vecino aportó su amoladora para resolver personalmente el problema de adecuación entre la baldosa y el pozo destinado a albergarla. Para coronar las emociones, una que reconcilia con la condición humana y alcanza para justificar el encuentro. Cuando el acto llegaba a su fin, un pibe (tipo 10 años) vendedor de florcitas, que había presenciado al acto de modo respetuoso, se acercó tímidamente a la baldosa y sacó de su cajoncito un ramo de de violetas que depositó sobre la baldosa ¿Puede esperarse algo más? Hasta el tiempo nos acompañó… Marisa (artesano-arquitecta) Mecha (sobrina) Silvia y Luciana (Cromañón) Susana, Alicia y Gustavo Un año después de colocar la primera baldosa de Almagro los vecinos de Liniers reenvían un mensaje. Compartimos la tristeza de Ana, pero, su trabajo para avisarnos, para cuidar la baldosa, le brinda sentido a nuestro emprendimiento. El 4/12/2007 recolocamos la baldosa. En un año y medio aprendimos a elegir los materiales y hasta el lugar en que pasan los caños. La nueva placa es más vistosa y resalta en vidrios de colores lo más siniestro de la historia barrial. “… Pero mi regreso a la Argentina me deparó también un buen momento. Me fue entregado el libro Baldosas por la Memoria, obra de los Barrios por la Memoria y Justicia, editada por el Instituto Espacio para la Memoria. Sí, baldosas. Los representantes de los barrios ponen baldosas en los veredas de las casas donde nacieron, vivieron, estudiaron o fueron secuestrados los miles de jóvenes desaparecidos durante la dictadura militar. Allí, en baldosas, se ponen sus nombres y la fecha de su desaparición. Estarán presentes para siempre. Nadie podrá pasar por allí sin detenerse y pensar sobre el ideal de esos jóvenes y sus sueños. El libro consta del listado de los desaparecidos, barrio por barrio, sus biografías y sus retratos. Me detengo ante el retrato de Silvio Frondizi, profesor universitario y defensor de presos políticos, que fue secuestrado hace 32 años por las Tres A en el barrio de Almagro y luego asesinado en Ezeiza junto a su yerno Luis Ángel Mendiburu. Un año y medio después de su asesinato, la dictadura militar ordenó allanar el domicilio de Silvio y destruir su biblioteca. Así comenzó la muerte a rondar por las calles de Buenos Aires. Al colocar la baldosa en Almagro, un vecino dijo: “Los vecinos de Almagro deseamos cambiar el sentido de las marcas de la muerte por las huellas de los pasos de la vida. Desde la última página del libro nos mira Eduardo Adolfo Tejedor, maestro de la escuela primaria de Cabrera 3482. También era trabajador social. Tenía 27 años y era amante de la música clásica, la pintura y, señalan los testigos, tenía una ‘pluma envidiable’. Pero su mayor deseo era practicar el oficio de ’enseñar-aprender’…” Tristezas, pero Memoria; Osvaldo Bayer, Página 12, 14-03-09 http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index.html Muy emocionante la nota de Bayer, aunque nos nombra como “representantes de los barrios”, cuando nuestro hacer renuncia a cualquier tipo de representación…. Encuentro el 20/9/2010 en la escuela donde Beatriz aprendió las primeras letras. Marisa rodeó la placa con vidrios de colores. Norita Cortiñas fue ovacionada… ¿Se imaginan cuando los jóvenes se reúnan a militar -o se enamoren- en la esquina Beatriz Le Fur: H Irigoyen y Castro Barros, Lanús Oeste? Ceci Baldoseros de Almagro Increíble división del mercado, mientras los chiquitos seguían a Susana por todas partes, se peleaban; los mayores debatían con Alicia… No desaparece quien deja huellas Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita de gendarmes y fascistas y estudiantes con flequillo, y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana, y canciones de los Rolling y niñas en minifalda. Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis estropeando la vejez a oxidados dictadores, y cómo cantaste Al Vent y ocupasteis la Sorbona en aquel mayo francés en días de vino y rosas. Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia… Y como desde aquel día todo parece más feo. Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas, y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias, pero tiene que llover. Aún sigue sucia la plaza. Ismael Serrano Los poetas pueden decir en pocas palabras lo que a los no dotados nos llevaría mucha tinta. ¿La pregunta de Ismael se dirige sólo a su padre biológico o a toda la generación que lo precedió? Queremos inscribir los recuerdos –conservados en nuestra memoria y/o materializados en fotos- de Beatriz Le Fur en una historia más amplia de estudiantes con flequillo y niñas en minifalda porque es responsabilidad de cada generación legar sus experiencias a la siguiente, junto con la consigna de que ella, a su vez, las transmita enriquecidas a la próxima generación y ésta a los que la sigan en el paso por la vida. Así como dejar una herencia no habilita a decretar como invertirla, transmitir una experiencia no autoriza a imponerla como modelo. Ustedes sabrán hacer lo mejor posible con ella. Beatriz perteneció a una generación que buscó hacer habitables las escuelas, el país y el mundo… Para impedirlo, la dictadura cívico-militar les arrancó la vida. La memoria no devuelve vidas y, ni siquiera, conjura repeticiones. Sin embargo, nos importa transmitir los retazos conservados en nuestra pobre memoria individual porque, si ellos logran tejer una memoria colectiva, podremos pensar juntos cómo hacer llover porque aún sigue sucia la plaza. Es decir, aún hay locos y, también hay expulsados sociales. Apropiarse de las huellas de Beatriz y 30 mil DD les devuelve el nombre que pretendieron robarles. Los hace presentes y desde hoy interpelará a todos los que pasen por esta esquina. Queridos chicos y no tan chicos: La historia que les dejamos no tiene un final bonito y no ofrece ningún modelo a seguir. Intenta, en cambio, apostar a encuentros capaces de transformarnos para intervenir creativa y fraternalmente sobre a la realidad que nos atraviesa… La Secundaria Básica 20 de Centenario Uruguayo y Maure, Monte Chingolo (Lanús) bautizó sus aulas con los nombres de San Martín, Juana Azurduy, Eva Perón, El Che Guevara y Beatriz Le Fur…