Itzigsohn
Itzigsohn Naymark Matilde (Tili o La Rusa) y García Cappannini Gustavo Delfor (Abel) [Vivieron DD] ¡Presentes! El 16-03-1977 fue secuestrada Matilde Itzigsohn (CONADEP 2563, declaración 7719; DNI 6.131.168. de 27 años (nació el 10-08-49) Era programadora y estudiante de Física. Había trabajado y militado en Astilleros Río Santiago. Estaba casada con Gustavo García Cappannini (secuestrado en La Plata 14-10-1976 CONADEP 2081). Su madre: María Naymark de Itzigsohn es la tía de Alicia Naymark: otra vecina desaparecida en Balvanera. Su padre: Miguel Itzigsohn dirigió el Laboratorio de Astronomía de La Plata y fue dejado cesante por la militancia de su hija, razón por la cual se mudó con su familia a Díaz Vélez 3957, 10 C. Enviar fotos, historia de vida y cualquier información sobre Matilde y Gustavo a memoriayjusticialmagro@yahoo.com.ar 27 años ARGENTINA ITZIGSOHN NAYMARK MATILDE 2563 / DESAPARICION FORZADA CONADEP 7719 10/08/1949 no consta CASADO/A / 2 GUSTAVO DELFOR GARCIA DESAPARICION FORZADA Av DIAZ VELEZ al 3900 Almagro CAPITAL FEDERAL EMPLEADA EX-OBRERA ASTILLERO PROGRAMADORA DE IBM / ASTILLERO RIO SANTIAGO HIPOLITO YRIGOYEN y DON BOSCO ENSENADA BAI (HASTA 24/03/76) 16/03/1977 VIA PUBLICA SU DOMICILIO / 16-18 hs SIN ESPECIFICAR / Av DIAZ VELEZ 3957 10º C Almagro CFE sin imagen Listado DDHH Nación Durante uno de los interrogatorios, los represores la subieron a una mesa y le pusieron un revólver en la boca, y, luego, junto a otros prisioneros, la sometieron a dos simulacros de fusilamiento. Me decían si conocía a Tili. Yo la conocía, pero no por ese sobrenombre, manifestó Nievas. Tili era Matilde Itzigsohn, una trabajadora de Astilleros que está desaparecida desde marzo de 1977. Declaración de Ana María Nievas (ex detenida desaparecida, secuestrada el 24-03-76 en un ómnibus de la línea 275 que circulaba en el límite de los partidos de Ensenada y La Plata y llevada clandestinamente a las instalaciones que la Marina posee en Río Santiago) Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad, 23-08-76: LC 6131168 El mejor homenaje... aprender de su lucha Fecha: 23/3/2006 Autor: Marina, hija de desaparecidos de Ast. Río Santiago Fuente: LVO 183 El Lunes 20 se realizó en Ensenada un acto organizado por la seccional de ATE en homenaje a los trabajadores desaparecidos del ARS. Concurrieron alrededor de 250 personas, entre ellos muchos trabajadores del Astillero Río Santiago. Maine es hija de desaparecidos y militante del PTS. Su madre, Matilde Itzigsohn, trabajaba en el ARS y estudiaba Física. Fue secuestrada el 16/3/77, unos meses mas tarde que su padre. Publicamos a continuación un extracto de las palabras que planteo en el acto: Nací a tres meses del golpe. Los gobiernos que los sucedieron garantizaron la continuidad del modelo que instauro la dictadura y ensayando distintas teorías y discursos, uno a uno garantizaron la impunidad de los genocidas. Quizás hay quienes piensen que debería estar contenta porque parece que por primera vez el Estado se hace cargo del genocidio como lo que fue, terrorismo de Estado. Pero esto es una mentira más, un nuevo escenario montado para seguir perpetuando la impunidad, para seguir gobernando a favor de las clases dominantes, del empresariado nacional e internacional. El Gobierno hace gestos: saca el cuadro de Videla de la ESMA, anula las leyes de impunidad, se jacta de ser el gobierno de los derechos humanos, da asueto el 24 de marzo. Esto es un engaño, es pura demagogia porque la gran mayoría de los represores está libre, porque no necesitamos un feriado sino un día de memoria y lucha, porque mientras habla de los derechos humanos tiene militarizado y perseguido al pueblo de Las Heras, encarcelados a varios trabajadores petroleros, amedrentados y torturados… Si este gobierno es de los derechos humanos, hubiera hecho justicia con los hechos represivos en Santa Cruz en el año 2004, cuando un grupo de policías, entre los que estaba Sayago, apaleó en la panza a una mujer embrazada provocándole un aborto, y quizás Sayago no estaría muerto sino preso. Este Gobierno no duda en reprimir, no duda un instante. Y eso nos muestra claramente para qué clase gobierna… Mis papás pelearon para que lo que esta pasando hoy no sucediera, los empresarios se llenan de guita a costa de la explotación, la gran mayoría de los salarios no cubren la canasta familiar, la desocupación sigue en gran escala, se le paga al FMI, la brecha entre ricos y pobres se profundiza. Uno de los mejores homenajes que yo les puedo hacer a mis padres es aprender de su lucha, y en este camino aprender quién es quién en este país Testimonio de la hermana Marta Paulina Itzigsohn y las hijas Lucía Raquel García, y María Inés García en Buenos Aires el día 12.9.2001 Marta: Voy a hablar de mi hermana, que es la desaparecida. Ellas dos son las dos hijas de mi hermana, Lucía Raquel García y María Inés García. Mi nombre es Marta Itzigsohn. Primero en octubre de 1976 desapareció el esposo de mi hermana, el padre de ellas y a partir de ese momento mi hermana trató de averiguar por donde podía, lo que podía. Efraim: ¿Que pensaba entonces y que piensa usted ahora por qué fue secuestrado su cuñado? Marta: Mi cuñado y mi hermana eran los dos montoneros. Los secuestraron por eso. Vivían en La Plata, mi hermana era técnica en computación, trabajaba en astilleros navales. Y militaba en el sindicato de astilleros navales, quiero aclarar para la gente que no es de Argentina que en el principio ninguno de nosotros pensó que lo que pasó era posible. En un momento desaparece un compañero de trabajo de ella, que pasado el tiempo según suposición mía, tuvo mucho que ver con la desaparición de mi hermana. Cuando desaparece en octubre mi cuñado, mi hermana un día a las cinco de la mañana apareció con ellas dos en mi departamento, que tenían uno y dos años y un bolso con ropa de ellas y me las dejó. Ellos en ese momento vivían en Bernal que es una localidad entre La Plata Y Buenos Aires. Mi hermana acompañada por amigos y compañeros alcanzó a volver a la casa en que ellos vivían y sacó algunas cosas mas sobre todo cosas de las nenas, y la segunda vez que quiso volver, los vecinos la frenaron porque la casa había sido registrada por gente de la Infantería de la Armada. Habían declarado, como después nos enteramos que era habitual, lo que se llamaba zona liberada, y entraron a la casa. Esto pasó unos tres o cuatro días después que desapareció mi cuñado. Con lo cual nosotros supusimos que él había aguantado la tortura todos esos días hasta que dio el domicilio. Después de eso mi hermana pasó a la clandestinidad aunque siempre siguió viéndose con nosotros, a pesar del riesgo que podría suponer tanto como para ella como para nosotros. En algún momento yo con el tiempo me di cuenta que todos actuamos con una ingenuidad terrible. Yo vivía cerca del centro de Buenos Aires y para encontrarme con ella elegíamos las películas de mayor éxito y yo me metía en el hall del cine a la hora de salida de la gente y ella pasaba por la calle ida y vuelta varias veces para que yo me fijara si alguien la seguía. Entonces yo le hacía algún gesto y ella entraba al hall del cine y así nos veíamos. Después fuimos aflojando las medidas de precaución, y yo empecé a visitarla en la casa en la casa en la que ella vivía con las nenas, con mis hijos y salíamos habitualmente, un día ella me dijo que íbamos a ir a una playa del río, en Vicente López con un compañero de astilleros que ella había reencontrado en Buenos Aires, este muchacho es el que yo hablaba hace un rato. Según me contó mi hermana a él lo habían detenido, lo habían torturado y ente las cosas que más le preguntaban era que dijera lo que sabía de la “rusa de mierda”. Irith: ¿Cómo supo usted eso? Marta: Me lo contó mi hermana, que él le contó. Irith: ¿A él lo liberaron después de las torturas? Marta: Por eso todo es muy llamativo, según lo que él contaba, lo tuvieron detenido un tiempo en el séptimo regimiento de La Plata donde él se hizo amigo de un carcelero y después lo largan. Cuando él se encuentra, de casualidad entre comillas, con mi hermana acá en Buenos Aires y le cuenta todo esto, le dice que estaba desaparecido en ese momento un sobrino de él y que él iba a ver a este carcelero amigo a La Plata para ver si sabía algo, y le pidió a mi hermana datos de mi cuñado. Todo esto fue una cuestión de idas y venidas porque se encontraban supuestamente con mucha precaución para que no supiera donde vivía mi hermana, y él le dijo a ella que mi cuñado estaba detenido en el Regimiento siete de La Plata. Entonces ella le mandaba a través de este muchacho mensajes para averiguar si era cierto o no era cierto sobre cosas que se suponía que solamente ellos dos sabían, tales como los sobrenombres de las nenas. Entre cada encuentro pasaban diez quince días. En medio de esto cuando vamos a la playa de Vicente López con ellas dos y con mis dos hijos y este muchacho del que me acuerdo muy bien, con su esposa y sus cuatro hijos, le decían Bocha. Si hay algo que intenté no olvidarme nunca es de la cara de él, no me di cuenta que pasaron 25 años, puede pesar 50 kg más, tener barba, bigotes y estar pelado. Kaufman: ¿Usted sabe su nombre completo? Marta: No, sólo el sobrenombre Bocha. En algún momento supongo que a mi papá le empezó a resultar sospechoso todo esta cuestión de idas y venidas de mensajes sobre todo un día que este muchacho le dijo a mi hermana que Gustavo, el padre de ellos le pedía que le mande las pastillas que él tomaba, Gustavo sufría de hipertiroidismo por lo cual estaba permanentemente medicado, mi hermana le preguntó a este muchacho qué pastillas pedía Gustavo, y él dijo las pastillas para los nervios. Entonces mis padres en ese momento por sugerencia de mi tío que vive en Israel, fueron a la Sojnut que se comprometió a sacar del país a mi hermana y sus dos hijas. Mi hermana no se quería ir hasta no saber algo sobres su esposo. Entonces mis padres me pidieron que yo hablara con ella, y un martes a la noche salimos a caminar las dos, yo traté de convencerla y ella me dijo que ellos también estaban sospechando de este muchacho Bocha, que al día siguiente él tenía que ir a ver este contacto que él tenía en La Plata, lo iba a seguir y que de acuerdo a lo que averiguara ella iba a tomar la decisión de irse o no. Al día siguiente desapareció. Kaufman: ¿Qué pasos se dieron después? Marta: Mi mamá con la señora Gabe, tocaron cuanta puerta podían tocar o se suponía que era útil. Fueron juntas a ver a Monseñor Graselli que era capellán de la Armada hasta que en un momento mi mamá se dio cuenta que lo que le estaba haciendo Graselli era un interrogatorio, acerca de las amistadas, de las actividades, entonces se levantaron las dos y se fueron. Después se hizo lo que se hacía habitualmente, habeas corpus, a la APDH, Madres de Plaza de Mayo, y todo sin resultado. A la vez yo trataba de averiguar por mi parte, a todo esto yo era la única hija que quedaba acá porque mis otros dos hermanos estaban en Israel, mi hermano mayor, Miguel porque había hecho allá muchos años antes, vivía en Kfar Szold murió ya hace dos años, y mi hermana exilada con su familia quince días después que desapareció mi cuñado. Irith: Respecto de este señor Bocha ¿Desapareció y no supo mas de él? ¿No supo dónde vivía? Marta: No tengo idea, pero unos quince días que desapareció mi hermana, las nenas vivían con la abuela en La Plata en ese momento, le tocó el timbre a la abuelas de ellas como si no supiese que mi hermana había desaparecido y que le ubicara a gente amigos de ellos. La suegra de mi hermana que no sabía nada, le dijo que no sabía nada. En las averiguaciones que hice yo por medio de gente amiga que tenían familiares desaparecidos por dos personas totalmente distintas que no se conocen las dos averiguaron que a mi hermana se la llevaron a la Escuela de Mecánica de la Armada. Irith: ¿Es decir que ella fue secuestrada en Buenos Aires? Marta: Ella en ese momento trabajaba de secretaria de un consultorio médico y le llevaba a las nenas a mi mamá para que las cuidara mientras ella se iba a trabajar, les dejó las bebés a mi mamá y no volvió más. Irith: ¿En Buenos Aires? Marta: Sí. Efraim: En su testimonio dijo que a su hermana la llamaban la rusa pero que ella llevaba una cruz ¿usted puede explicar un poco más? Marta: Me acabo de desayunar hace muy pocos días. El tío del otro lado de ellas les contó a ella de pintadas que había cerca de donde vivía mi hermana, que también hablaba de la judía de mierda y yo supongo que ese fue el momento que mi hermana se sacó el Maguen David y se colgó una cruz, en esas ingenuidades de las que hablaba hoy. Después que desapareció mi hermana, con mi mamá fuimos a la casa que ellos ocupaban en Bernal y yo vi como la dejaron, la habían roto toda, habían sacado hasta los motores del lavarropas y de la heladera, habían roto todas las puertas a ver si eran macizas o huecas y habían pintado con aerosol todas las paredes. Desde insultos a los montoneros hasta “rusa te vamos a encontrar”. Lucía: Mi nombre es Lucía soy la hija mayor. Por supuesto que no me acuerdo nada porque tenía dos años pero con la lógica avidez de alguien que no sabe nada de sus padres todo este tiempo me dediqué a recolectar toda la información que pude. Y bueno me contaba un tío nuestro que vivió siempre en La Plata que él recuerda pintadas en las cercanías de una casa donde nuestros padres vivían hasta precisamente antes que comience el golpe de estado que decían: judía hija de puta, te vamos a matar. Por eso yo lo asociaba con la Triple A, que además era característicamente nazi y ahora mi hermana recordaba que se enteró hace poco tiempo que en los astilleros en el lugar donde ella trabajaba circulaban volantes aludiendo a nuestra mamá como judía hija de puta. Detalles no sabemos porque es alguien que lo recordó. Nuestra mamá desde el día del golpe militar no fue más a trabajar al astillero y el 31 de marzo la despidieron. Efraim: ¿La despidieron o la declararon prescindible? Lucía: No sabemos. En todo lo que era el cordón industrial de La Plata en Beriso y Ensenada, el mismo 24 de marzo se intervinieron todas las fábricas y a través de un decreto ley, los militares daban por despedida a toda la gente que se consideraba subversiva. Sobre todo los que tenían una actividad sindical como delegado y en lo que eran las comisiones internas y nuestra mamá era una activista delegada del sindicato de astilleros. Marta: Por los lados que averigüé a través de una amiga mía que también tiene una hermana desaparecida y que era amiga conocida de un general retirado que también tenía un hijo desaparecido. Él le dijo que vio el legajo de ella y decía “irrecuperable”. Yo quería decir que poco después del 24 de marzo mi papá que era astrónomo y que había trabajado toda su vida en el observatorio de La Plata le sugirieron entre comillas que se jubilara. Más o menos en la misma fecha que empezaron a buscar a mi hermana. Efraim: ¿El observatorio depende de la Armada? Marta: No, de la Universidad Nacional de La Plata. Pero en ese momento el país dependía de los militares. Efraim: ¿Y la suposición de ustedes respecto de que se jubile, de esa sugerencia que piensa se debía a la actividad de su hija o porque era judío? Marta: No, creíamos que era porque coincidía con que empezaron con la búsqueda de mi hermana. En el observatorio hay mucha gente judía, entre los científicos argentinos muchos son judíos. Mi papá y mi mamá habían sido amigos de toda la vida de Ernesto Sábato, y cuando se empezó a llamar a quien se pudiera para averiguar algo de mi hermana Sábato le contestó a mi papá que por esos temas no lo molestara. Estoy hablando del presidente de la CONADEP. Kaufman: Estuvimos visitando al juez Shifrin en La Plata, así que yo supongo que la jurisdicción tiene que ver con él. ¿Ustedes se dirigieron al juez Shifrin? Lucía: Nosotros no fuimos citados nunca a declarar, porque además somos miembros de la agrupación HIJOS en La Plata y políticamente creemos que los jueces son útiles y sirven para la condena a los genocidas. Y los jueces en La Plata hasta este momento aparentemente no van a cambiar, no son juicios penales, son juicios testimoniales. Irith: Pero algo que hay que comprender es que uno de los objetivos es saber qué pasó. Los Juicios por la verdad es cierto que en esta etapa no conducen a una condena, pero no evitan la posibilidad de una condena en el momento que llegue la posibilidad de plantear este caso. ucía: Nosotros sabemos lo que pasó, cómo están nuestros padres, están los dos muertos. Lo que nos falta saber es quién los mató y lo que más nos falta es que esas personas estén en la cárcel. Irene: No puede ser que los torturadores vayan a declarar y cuenten todas las atrocidades que hicieron y que la justicia garantice que después ese torturador se vaya tranquilo a su casa. Entonces no es solamente la verdad lo que se busca, sino también la justicia. La verdad hace 25 años que la están denunciando las Madres de Plaza de Mayo, después las abuelas. Acá en Argentina hay voluntad política de garantizar la impunidad a los represores de ayer y de hoy. Irith: Nosotros también pensamos que estas personas tienen que ser sometidas a juicio, hay un intento jurídico del juez Cavallo, que hoy nos encontramos con él, de cambiar el tema de la amnistía, y junto a esto lo que quería decirles y entiendo la actitud de ustedes pero también hay otra forma de aproximación a este tema. Ustedes saben que vuestros padres fueron asesinados es cierto, pero ustedes no saben dónde pasó eso y no saben si es que hay restos. No hay ninguna contradicción entre buscar la verdad y seguir bregando para que los criminales sean castigados, pero el punto de vista de ustedes es el punto de vista de ustedes, es legítimo, lo respetamos. Lucía: Para mí hay que buscar la verdad por eso estamos acá también, el problema es buscar la verdad sin resignar a la justicia. Irith: No hay resignación a la justicia. Esto es lo que traté de explicarles, no hay sacar del país a mi hermana y sus dos hijas. Mi hermana no se quería ir hasta no saber algo del esposo, entonces mis padres me pidieron que yo hablara con ella, y un martes a la noche salimos a caminar las dos, yo traté de convencerla y ella me dijo que ellos también estaban sospechando de este muchacho Bocha, que al día siguiente él tenía que ir a ver este contacto que él tenía en La Plata, lo iba a seguir y que de acuerdo a lo que averiguara ella iba a tomar la decisión de irse o no. Al día siguiente desapareció. Kaufman: ¿Qué pasos se dieron después? Marta: Mi mamá con la señora Gabe, tocaron cuanta puerta podían tocar o se suponía que era útil. Fueron juntas a ver a Monseñor Graselli que era capellán de la Armada hasta que en un momento mi mamá se dio cuenta que lo que le estaba haciendo Graselli era un interrogatorio, acerca de las amistadas, de las actividades, entonces se levantaron las dos y se fueron. Después se hizo lo que se hacía habitualmente, habeas corpus, a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Madres de Plaza de Mayo, y todo sin resultado. A la vez yo trataba de averiguar por mi parte, a todo esto yo era la única hija que quedaba acá porque mis otros dos hermanos estaban en Israel, mi hermano mayor, Miguel porque había hecho allá muchos años antes, vivía en Kfar Szold murió ya hace dos años, y mi hermana exilada con su familia quince días después que desapareció mi cuñado. Irith: Respecto de este señor Bocha ¿Desapareció y no supo mas de él? ¿No supo dónde vivía? Marta: No tengo idea, pero unos quince días que desapareció mi hermana, las nenas vivían con la abuela en La Plata en ese momento, le tocó el timbre a la abuelas de ellas como si no supiese que mi hermana había desaparecido y que le ubicara a gente amigos de ellos. La suegra de mi hermana que no sabía nada, le dijo que no sabía nada. En las averiguaciones que hice yo por medio de gente amiga que tenían familiares desaparecidos por dos personas totalmente distintas que no se conocen las dos averiguaron que a mi hermana se la llevaron la Escuela de Mecánica de la Armada. Irith: ¿Es decir que ella fue secuestrada en Buenos Aires? Marta: Ella en ese momento trabajaba de secretaria de un consultorio médico y le llevaba a las nenas a mi mamá para que las cuidara mientras ella se iba a trabajar, les dejó las bebés a mi mamá y no volvió más. Irith: ¿En Buenos Aires? Marta: Sí. Efraim: En su testimonio dijo que a su hermana la llamaban “la rusa” pero que ella llevaba una cruz ¿usted puede explicar un poco más? Marta: Me acabo de desayunar hace muy pocos días. El tío del otro lado de ellas les contó a ella de pintadas que había cerca de donde vivía mi hermana, que también hablaba de la judía de mierda y yo supongo que ese fue el momento que mi hermana se sacó el Maguen David y se colgó una cruz, en esas ingenuidades de las que hablaba hoy. Después que desapareció mi hermana, con mi mamá fuimos a la casa que ellos ocupaban en Bernal y yo vi como la dejaron, la habían roto toda, habían sacado hasta los motores del lavarropas y de la heladera, habían roto todas las puertas a ver si eran macizas o huecas y habían pintado con aerosol todas las paredes. Desde insultos a los montoneros hasta “rusa te vamos a encontrar”. Lucía: Mi nombre es Lucía soy la hija mayor. Por supuesto que no me acuerdo nada porque tenía dos años pero con la lógica avidez de alguien que no sabe nada de sus padres todo este tiempo me dediqué a recolectar toda la información que pude. Y bueno me contaba un tío nuestro que vivió siempre en La Plata que él recuerda pintadas en las cercanías de una casa donde nuestros padres vivían hasta precisamente antes que comience el golpe de estado que decían: “judía hija de puta, te vamos a matar. Por eso yo lo asociaba con la Triple A, que además era característicamente nazi y ahora mi hermana recordaba que se enteró hace poco tiempo que en los astilleros en el lugar donde ella trabajaba circulaban volantes aludiendo a nuestra mamá como “judía hija de puta”. Detalles no sabemos porque es alguien que lo recordó. Nuestra mamá desde el día del golpe militar no fue más a trabajar al astillero y el 31 de marzo la despidieron. Efraim: ¿La despidieron o la declararon prescindible? Lucía: No sabemos. En todo lo que era el cordón industrial de La Plata en Beriso y Ensenada, el mismo 24 de marzo se intervinieron todas las fábricas y a través de un decreto ley, los militares daban por despedida a toda la gente que se consideraba subversiva. Sobre todo los que tenían una actividad sindical como delegado y en lo que eran las comisiones internas y nuestra mamá era una activista delegada del sindicato de astilleros. Marta: Por los lados que averigüé a través de una amiga mía que también tiene una hermana desaparecida y que era amiga conocida de un general retirado que también tenía un hijo desaparecido. Él le dijo que vio el legajo de ella y decía “irrecuperable”. Yo quería decir que poco después del 24 de marzo mi papá que era astrónomo y que había trabajado toda su vida en el observatorio de La Plata le sugirieron entre comillas que se jubilara. Más o menos en la misma fecha que empezaron a buscar a mi hermana. Efraim: ¿El observatorio depende de la Armada? Marta: No, de la Universidad Nacional de La Plata. Pero en ese momento el país dependía de los militares. Efraim: ¿Y la suposición de ustedes respecto de que se jubile, de esa sugerencia que piensa se debía a la actividad de su hija o porque era judío? Marta: No, creíamos que era porque coincidía con que empezaron con la búsqueda de mi hermana. En el observatorio hay mucha gente judía, entre los científicos argentinos muchos son judíos. Mi papá y mi mamá habían sido amigos de toda la vida de Ernesto Sábato, y cuando se empezó a llamar a quien se pudiera para averiguar algo de mi hermana Sábato le contestó a mi papá que por esos temas no lo molestara. Estoy hablando del presidente de la CONADEP. Kaufman: Estuvimos visitando al juez Shifrin en La Plata, así que yo supongo que la jurisdicción tiene que ver con él. ¿Ustedes se dirigieron al juez Shifrin? Lucía: Nosotros no fuimos citados nunca a declarar, porque además somos miembros de la agrupación HIJOS en La Plata y políticamente creemos que los jueces son útiles y sirven para la condena a los genocidas. Y los jueces en La Plata hasta este momento aparentemente no van a cambiar, no son juicios penales, son juicios testimoniales. Irith: Pero algo que hay que comprender es que uno de los objetivos es saber qué pasó. Los Juicios por la verdad es cierto que en esta etapa no conducen a una condena, pero no evitan la posibilidad de una condena en el momento que llegue la posibilidad de plantear este caso. Lucía: Nosotros sabemos lo que pasó, cómo están nuestros padres, están los dos muertos. Lo que nos falta saber es quién los mató y lo que más nos falta es que esas personas estén en la cárcel. Irene: No puede ser que los torturadores vayan a declarar y cuenten todas las atrocidades que hicieron y que la justicia garantice que después ese torturador se vaya tranquilo a su casa. Entonces no es solamente la verdad lo que se busca, sino también la justicia. La verdad hace 25 años que la están denunciando las Madres de Plaza de Mayo, después las abuelas. Acá en Argentina hay voluntad política de garantizar la impunidad a los represores de ayer y de hoy. Irith: Nosotros también pensamos que estas personas tienen que ser sometidas a juicio, hay un intento jurídico del juez Cavallo, que hoy nos encontramos con él, de cambiar el tema de la amnistía, y junto a esto lo que quería decirles y entiendo la actitud de ustedes pero también hay otra forma de aproximación a este tema. Ustedes saben que vuestros padres fueron asesinados es cierto, pero ustedes no saben dónde pasó eso y no saben si es que hay restos. No hay ninguna contradicción entre buscar la verdad y seguir bregando para que los criminales sean castigados, pero el punto de vista de ustedes es el punto de vista de ustedes, es legítimo, lo respetamos. Lucía: Para mí hay que buscar la verdad por eso estamos acá también, el problema es buscar la verdad sin resignar a la justicia. Irith: No hay resignación a la justicia. Esto es lo que traté de explicarles, no hay contradicción entre una y otra, todo lo contrario, el hecho de encontrar algunos datos de la verdad pueden ayudar a posteriori a realizar la justicia. Porque si se llega a una etapa determinada que todos esperamos que llegue y llega la posibilidad de someter a juicio y esta verdad que ahora se descubre sólo puede servir de prueba en el juicio que en esa oportunidad pueda llegar a realizarse. Quiero que entiendan que lo que pensamos como primera necesidad es que estas personas sean sometidas a juicio, y también el mundo expresa su opinión en este sentido, sólo digo que si en este momento hay alguna vía de acción posible es una lástima no aprovecharla. Nadie piensa que los juicios por la verdad son renuncia a la justicia, todo lo contrario, pero las personas que no encontraban la fase espiritual porque necesitaban encontrar la verdad precisa encontraron esta vía, no en cualquier lugar es posible hacer esto. Y este de los motivos del equipo de antropología forense y nosotros estamos estimulando las pruebas de ADN porque si se puede detectar algún dato algún indicio es una lástima desperdiciarlo. ¿Ustedes dieron las pruebas de ADN? Nosotros trajimos pruebas de gente que entregó las pruebas de ADN allá. Lo que sí queremos prometerles, es que una de las causas por las cuales se estableció la Comisión es prestar testimonio sobre toda la perversidad que sucedió, pero también haremos un llamado de que debe hacerse justicia, pero esta historia es enseñada en Israel y en Argentina porque hay mucha gente que no sabe. www.mfa.gov.cl.desaparecidos “… Hijos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar serán incorporados laboralmente, a modo de reparación histórica, en distintas dependencias del estado provincial en el marco de una resolución dictada por la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. Dos hijas de víctimas del terrorismo de Estado imperante durante la última dictadura militar ya solicitaron su admisión en los ministerios provinciales de Salud e Infraestructura. Se trata de una iniciativa inédita en el ámbito gubernamental que está en línea con normativas nacionales y compromisos asumidos en el orden internacional como la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que establece, entre otras obligaciones de los Estados, la de brindar a las víctimas de violaciones de los derechos humanos y sus familiares una reparación adecuada, efectiva y rápida. María Inés García, una socióloga de 32 años será incorporada al Ministerio de Salud. Es hija de Gustavo Delfor García Campanini, quien trabajó en el área de Estadísticas de la cartera sanitaria provincial entre 1969 y 1976, año en que pidió licencia laboral. En octubre de 1976, a los 25 años, pasó a integrar la nómina de desaparecidos, y según se estableció posteriormente, estuvo detenido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Su hija María Inés tenía apenas cuatro meses al momento de la desaparición de su padre. También su madre, Matilde Itzigsohn, de 27 años, y trabajadora del Astillero Río Santiago, fue secuestrada y estuvo en la ESMA. Nunca apareció. María Inés fue criada junto a una hermana por su abuela paterna. En ese sentido, la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia emitió en agosto pasado una resolución (340/08) donde recomienda a los distintos organismos de la administración provincial la incorporación como trabajadores de los hijos de ex detenidos desaparecidos o asesinados por el terrorismo de estado (1974-1983) a modo de reparación y honor a su memoria. www.agenciacta.org.ar