Garbarino

By admin on 27 May 2011 |

Nombre: 
Antonio Roberto

Garbarino Antonio Alberto [vivió DD] ¡Presente! El 19 de febrero de 1977 fue secuestrado en el Jardín Botánico (Palermo) Antonio Alberto Garbarino Pagella. Vivía en Hipólito Irigoyen 3519,1º. Tenía de 20 años, era maestro, trabajaba en Hogar Obrero. Estudiaba Física Nuclear en la UBA, militaba en el PC y había cursado su secundario en el Instituto Euskal-Echea de Lavalloll. CI 6.542.775, DNI 13.103.146, CONADEP 2036, SDH 2730. Formula la denuncia Pangella de Garbarino. Enviar cualquier información sobre Antonio a memoriayjusticialmagro@yahoo.com.ar De Miserere a Lavalloll (compilador: Alfredo Montenegro, compañero del Euskal-Echea) Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia (León Greco) El 165, alias el verde lo traía dormido en los asientos del fondo. El trayecto, desde Plaza Miserere a Lavalloll, requería de casi una hora. En ese larguísimo tirón, los traqueteos y golpes de cabeza contra la ventanilla le desgajaban el engominado peinado, de rigurosa raya al costado.La pálida cara del amanecer en Once retomaba algún color cuando algún compañero de aula subía al colectivo y lo despertaba. Entonces venían las consultas sobre ¿qué había que estudiar?, o bien el clásico ¿Me podes explicar? Yo no entendí nada, es un kilombo. Antonio siempre sabía y lo peor: era muy estudioso y no era avaro con su capital intelectual. Desparramaba explicaciones y en su buenazo esfuerzo, a veces ampliaba tanto los conceptos (desculaba un teorema desarrollando otros cinco) que dejaba más desorientado a quien lo consultaba. Así, los más desprovistos de entendimiento, lo único que podíamos comprender era su buena onda y amabilidad. No era que no fuera didáctico, pero hablaba de cosas que sólo él y los profes sabían. Con la simpleza de quien cuenta un gol de pelota parada, Antonio desarrollaba alguno de esos teoremas o los insondables vericuetos de la matemática financiera. Esa dedicación a intentar explicar, más que ampliar nuestros conocimientos matemáticos, enseñaba otras cosas, más vitales, como eso de convivir y compartir. Una canción para la hora de Física Al Ñato (un irónico reconocimiento su gorda nariz) lo recuerdo con camisa celeste, corbata azul, la piel blanca y los ojos negros. Tenía el cabello muy finito y negro, con un mechón cubriéndole parte de la frente. No era de hacer deportes. Creo que era el único que entendía Icop (un sistema de perfo-verificación y perfo-grabación prehistórico de computación con tarjetas perforadas) Además, le gustaba la Matemática y la Física. En tercer año, durante una clase de Física, el cura Alfonso había explicado las clases de poleas y el peso que podían levantar, Antonio le preguntó que pasaba si las poleas eran ovaladas, lo que dejó perplejo al cura, y nos hizo reír a todos. Tanto le gustaban esas materias, que cantaba una cancioncita para festejar cada vez que teníamos la hora de Matemática (Pablo Tagliani) Estruendo De los recuerdos, el que primero me viene a la mente fue el estruendo en el baño con efecto retardado, en quinto año. El mecanismo nicotínico para retardar la detonación había sido idea de Antonio. Le pasó lo que le pasa a quienes empezaron a pensar en que había un camino distinto al que nos querían llevar. Así, luego vimos las consecuencias en el tiempo. Creo que fue un tipo con una adolescencia no muy feliz, tal vez entre otras cosas por lo que vemos de su entorno, el ser un alumno pupilo, hasta tercer o cuarto año. Por lo visto cometió el delito de no pensar como el régimen y recibió el castigo de los gendarmes de nuestra mente y nuestra vida. Todas cosas muy tristes que troncharon bastante a nuestra generación, y creo que causaron un daño imposible de reparar (Carlos Pato Insua) Wing o foward Ni tan fornido para jugar de forward, ni tan rápido para ser back. Así que Antonio andaba entre ser ala o centro suplente. La distancia de su casa al colegio era suficiente para no ir siempre a entrenar pero, cuando iba, su rústica actitud era su mejor recurso. Aunque a veces pecaba de apasionado, se desbordaba rústicamente, ocasionando jugadas impensadas para los rivales. También para sus propios compañeros. La tranquilidad que ostentaba por lo común, se trastocaba en noble furia al ingresar a una cancha. En un partido jugado de locales, le discutió feo al árbitro sin reparar en eso del espíritu del rugby. La cosa llegó al grado que su propio capitán -un hocker que debería estar cumpliendo una suplencia en ese cargo- lo sacó del equipo casi a los gritos. La vehemencia para desarrollar ecuaciones se hacía vigor físico donde la coordinación psico-motriz no era la más apropiada. De todas formas, aquel hoocker no olvida ese partido en que debió sacarlo de la cancha. Con el tiempo, además de interpretar que aquel comportamiento impetuoso y la airada protesta -sin relación de fuerza a su favor- al réferi, no era más que parte del aire de los años 70. Sería esencial, que hoy pudiera volver a jugar con su estilo inocente y nunca especulador o temeroso a los que sancionan. Los pibes como Antonio jugaban con arrojo y entrega. Bariloche Julio del 74. La estación de Constitución hervía en pleno. La mitad del vagón era nuestro y la otra mitad era una nubecita done angelicales turritas de la Inmaculada Concepción… Por aquellos días, Antonio salía con Susana: una amiga de la hermana del Mono Ramos. El andén estaba lleno de padres, hermanos, tíos, novias y novios. Con el despelote y bochinche de la despedida, Antonio y Susana no se despegaban y debió intervenir un padre -a la vez docente del colegio- para destrabar el abrazo y arrancársela, antes de que el tren partiera con la novia de Antonio flameando. El tren, la nieve, las pibas y esa formidable naturaleza de empezar a ser joven, era el viaje de estudio de vida. Los miles de estudiantes que poblaban Bariloche se encontraron en una tarde con que había duelo nacional. La muchachada andaba suelta por la calle y sin tener donde consumir. Entonces, donde se juntaban había un grito de rebeldía, que no todos aún comprendíamos ¡Moonnntooneros, carajo, Moonntooneros, carajo! Era como una provocación. Un desafío y a gritar por lo prohibido. Embutidos ambulantes El papá de Luisito Manso, compañero de curso, tenía un frigorífico Burzaco (Quintana 567). Hasta allí llegábamos con Antonio, casi al amanecer para cargar esas enormes mochilas con diversos tipos de embutidos. Después tomábamos el bondi, me bajaba en Banfield y él seguía a su lejano Once. Cada uno intentaba vender los jamones, mortadelas, salchichones y salames -lo de gran demanda, o el más pedido- en los negocios de los barrios de cada uno. Sacábamos algunos pesos y a nuestras familias no le faltaban embutidos, ya que generalmente la mitad de lo llevado del frigorífico no se vendía y eran los padres quienes terminaban siendo los mejores clientes. En esos viajes hablamos mucho. Desde el fondo de su mochila sacaba alguna revista de la Federación Juvenil Comunista (la Fede, le decíamos) que yo guardaba entre los salames. No teníamos real conciencia de lo peligroso que era eso de andar con semejantes bultos de mochileros y con revistas prohibidas por los milicos. Parecía que era algo como normal plantear críticas en ese clima de ebullición revolucionaria. Me entusiasmaba su discurso simple y combativo, él intentaba acercarme a la Fede, pero no me entusiasmaba eso tan organizado. Además -como tantos que nos salvamos- veía como más profundo y creativo protestar con una incipiente banda de rock. Hacer que estudiaba, vender salames, ser jugador-entrenador de rugby y la damita aquella, parecía ocupar todo el tiempo. No era por temor a los riesgos de la militancia, ni por críticas a la burocracia menchevique, era por estar aún en otra. Esos largos trayectos en los bondis con las mochilas cargadas de embutidos, broncas y proyectos, además del orgulloso por tener un trabajito, formaron parte de un historia que nadie tenía el mínimo derecho a frustrar. Ahora la mochila que llevaba Antonio, deberíamos tomarla para levantar su memoria. Un cartel con su nombre Antonio era el más crítico al sistema, laburaba en la Cooperativa del Hogar Obrero y era delegado gremial. Pasó el tiempo, y luego de graduarnos alguien empezó a contar que había sido secuestrado. En 1982, durante una manifestación por los derechos humanos -en Buenos Aires- vi su nombre estaba en un cartel que portaban militantes comunistas. En la primera reunión en la casa de Dani, después de dejar el colegio. Todavía tengo presente esa sensación de desencanto y rabia de todos nosotros al enfrentarnos con la realidad cruel que estaba puertas afuera del colegio. (Pablo Tagliani) La mujer de Henderson Hace mucho, trabajando en la Sociedad Rural de Henderson (partido de Hipólito Yrigoyen, a unos 450 kilómetros de la Capital Federal) su presidente (Castro) me dice que quiere que vaya a su casa para encontrarme con una persona conocida suya. No recuerdo si era amiga o prima lejana, pero creo que no fuera pariente directa, mas bien amiga. Esa mujer creía conocerme. Me encontré con ella un rato de una mañana y no voy a olvidar nunca su dolor. Comprobó que si, que yo era quien ella suponía, amigo de Antonio. Además, dolorosamente, si Antonio hubiera vivido habrías sido como yo. No recuerdo mucho más de esa mañana, a lo mejor lo quise olvidar. Creo que casi no hablamos. La mujer lloró mucho y yo trataba de abrazarla todo lo que podía, sentía que se lo debía a Antonio y espero haber cumplido (Daniel Trasmonte) Memoria exacta La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires confeccionó una lista con sus alumnos desaparecidos. Allí, figura Antonio Alberto Garbarino, desaparecido el 19 de febrero de 1977. Cable Semanal es un órgano de prensa on line, producido por la oficina de prensa de la Secretaria de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA). Por ese medio, cuando en 1997 se cumplieron los veinte años del secuestro de nuestro compañero, se reclama por la aparición del estudiante de esa universidad: Antonio Alberto Garbarino. Encontrar un amigo, plantar un árbol Me interesaría rescatar que era igual que yo, un pibe de 20 años con derecho a soñar, a rebelarse y a cometer errores. Incluso de los reprochables, de los que merecen reflexión y enmienda, pero esencialmente con derecho a la vida, como yo. Para él, fue y será difícil de entender, ya que tal cual supimos comprender, era de los que hubieran deseado que el mundo tuviera menos variabilidad, que fuera más homogéneo y prolijito, sobre todo con más gente como él. Me encantaría que las autoridades del colegio nos dejaran plantar un árbol, allí y en su nombre. Si les molesta, incluso en un acto intimo, con quien quede de su familia y los que queramos ir. Hacer un pocito, poner un árbol y dejar que Antonio pueda tener un lugar a donde ir cuando se sienta solo. Que sepa que a partir de ese lugar dejo de ser un desaparecido para nosotros, que sienta que es un encontrado, un querido, un respetado y recordado. Que todos sepamos que había desaparecido pero que pudimos encontrarlo y poner un árbol en algún lugar para que lo guiara. Yo también estoy un poco viejo me parece. Siento como una cosa acá que... la puta... me acuerdo mucho de él y de lo que fuimos... un montón sueños así no pueden hacerse desaparecer tan fácilmente ¿no? (Daniel Negro Trasmonte) Baldosas por la memoria Los vecinos de Almagro que forman parte de la Coordinadora Barrios por la Memoria y Justicia organizan la colocación de placas. Ellos cuentan: Entre el 24 de marzo de 2006 y el 24 de febrero del 2007 dejaremos testimonio del recorrido colocando una baldosa con el nombre de cada militante del barrio frente al domicilio donde vivió, militó, trabajó, estudió, fue secuestrado o asesinado. Antonio también pisará esas calles nuevamente, y su nombre estará en su barrio. En su trabajo, al que colaboraremos con estas memorias, tienen registrado estos elementos. Además realizarán, en fecha a determinar para la colocación de su placa, frente a su casa paterna. 19 de febrero de 1977 Cada día abre mil historias. Algunas serán promocionadas porque pueden producir buenos negocios, y otras muchas serán apenas difundidas u ocultadas. Los diarios del viernes 19 de febrero de 1977 reflejaron un hecho que apuntaba a cambiar o frenar el proceso militar en Argentina. Sucede que el día anterior -el martes 18- segundos después de decolar del aeroparque porteño, con el general Videla, el avión presidencial Tango 02 (un fokker F28 ) recibió la onda expansiva de 40 kilos de explosivos mientras despegaba del aeroparque porteño con rumbo a Bahía Blanca. La operación Gaviota -porque Videla iba a volar- pudo también acabar con Martínez de Hoz y otros miembros de la comitiva, había sido planifica por un comando el ERP. Los explosivos fueron llevados por los tubos que pasan bajo el aeropuerto llevando las aguas del río Maldonado hacía la costa rioplatense (La Voluntad”. Tomo III, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós. Editorial Norma, octubre 1998). Ese mismo 19 de febrero, Mabel Conde de Pedreira, Roberto Julio Coria, María Ester Donza de Coria, Rodolfo Santiago Ferreira, Nelson Flores Ugarte, Alberto Armando Pruneda, Angélica Beatriz Toundaian, Olga Nilda Vitullo de Ferreira y Antonio Alberto Garbarino, fueron secuestrados. Esa nómina de víctimas está documentada por el Grupo Fahrenheit, entidad de que investiga sobre los desaparecidos y sus desaparecedores en Argentina. En sus trabajos elaboró un lista por fecha de desaparición, confeccionada en base a la publicada por la CONADEP, denuncias judiciales y de organismos de derechos humanos. Ese mismo 19 de febrero, tres supuestos delincuentes que habían asaltado un comercio de Escobar fueron corridos por dos policías, ante la orden de detención los malvivientes responden con armas de fuego -dice el parte oficial- originándose un nutrido tiroteo en el que resultan abatidos los tres asaltantes. Por ello, el jefe de Policía bonaerense -el entonces coronel Ramón Camps- felicitó por la encomiable labor desarrollada al oficial subinspector Abelardo Luis Patti (Manual del buen torturador, Dossier del Centro de Documentación del Centro de Estudios Legales y Sociales) Además, en las listas de Fahrenheit sobre muertos por la represión figuran diez NN asesinados en Banfield y dos en Quilmes. El destino de Antonio se desconoce porque no fue visto en centros clandestinos de detención y tampoco figura entre los que fueron liberados. A treinta años de aquellos hechos, Patti sigue vinculado a la represión a pesar de su intento de legalizarse como legislador. La falta de justicia sobre su accionar parece soltarle las manos y hasta es sospechoso del secuestro del albañil Julio Jeréz. También a treinta años del secuestro de Antonio, su nombre sigue vinculado a la vida. El fue nuestro compañero y, como dice don León Gieco Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia Baldosas porteñas rescatan la memoria La historia hace calle 22/03/2008. En las veredas de los barrios la pelea y la dignidad sigue caminando En algunas calles porteñas andan tocando el timbre para invitar a los vecinos a salir a la vereda. Partes de barriadas como Balvanera, Almagro, San Telmo, San Cristóbal, La Paternal y Villa Luro afirman su historia plantando baldosas para rescatar la memoria y lucha de gente del lugar. “Los vecinos de Almagro y Balvanera, junto a los demás grupos que forman Barrios por la Memoria y Justicia decidimos marcar los pasos en esta ciudad de los militantes populares secuestrados-asesinados por el terrorismo de Estado, antes o durante la última dictadura militar. Para ello colocamos baldosas con sus nombres donde vivieron, trabajaron, estudiaron, militaron, fueron secuestrados y /o asesinado”, dice Gisela, miembro del grupo y directora de un jardín de infantes. “Los grupos se formaron con familiares de desaparecidos, miembros de las asambleas que nacieron en 2001 y otros se acercaron al ir a los actos donde colocamos las baldosas y se quedaron colaborando”. Sobre cómo se arrimaron a la experiencia, Gisela explica que “con los listados con datos sobre los desaparecidos, buscamos sus huellas en los barrios y fuimos a contactarnos con sus vecinos y familiares para intentar armar la historia de vida de casa uno”. Los mosaicos los producen en grupo. “Marisa, una compañera que es arquitecta nos enseñó a armar las baldosas y, como ella estudio Bellas Artes, también implementó el arreglo con vidriecitos de colores que le dan más vida a los materiales. Antes de que llegara Macri hacíamos una carta al municipio y con la gente de Espacios Públicos se hacían pozos en la vereda para que colocáramos la baldosa. Pero ahora el gobierno porteño no responde a nuestros pedidos. De todas formas, seguimos y no pedimos permiso, trabajamos con los consorcios de vecinos y los administradores para ponernos de acuerdo en la colocación del recordatorio frente al domicilio”. Las huellas. El 24 de marzo de 2006, los porteños vieron cientos de carteles frente a casas y edificios. Sucedía que desde 2005 vecinos de Barrios por la Memoria y la Justicia coordinaba acciones para instalar baldosas de cemento de 30 por 40 centímetros, con una leyenda rescatando la memoria de los desaparecidos de esas cuadras. La propuesta fue de Osvaldo López, de Encuentro por la Memoria, un grupo que milita en lo social y en derechos humanos en La Boca, Barracas y San Telmo desde 1996. Ellos también habían fogoneado distintas actividades en los ex centros clandestinos de detención El Atlético y Garage Azopardo. Además, Gisela explica que “tratamos también de trabajar con instituciones. En la escuela Normal 7, un secundario ubicado en Corrientes 4275. Los profesores trabajaron con los chicos sobre el recuerdo de tres chicas que fueron alumnas de ese colegio y se armó un acto muy profundo. También estamos en contacto con el hospital Italiano, donde hubo varios casos, pero como es una entidad privada lleva más trabajo y trámites organizar algo”. Sobre los gastos, comenta que al ir creciendo en organización, aumentó la necesidad de comprar cal, arena, ferrite, además de los volantes y equipos de sonido. Cada uno pone lo que puede de dinero. También reciben colaboraciones. “La escritora Nora Strejilevich –dijo Gisela–, quien tiene un hermano desparecido donó la venta de su libro Una sola muerte numerosa. Lo vendimos en actos y cuando pusimos el recordatorio de su hermano Gerardo (Conadep 2535) en la vereda de Corrientes 2583, en marzo de 2008. También recibimos algún aporte del grupo Plataforma Argentina contra la Impunidad (Barcelona). Además, otra ayuda es que el diario Página/12 nos publica siempre las convocatorias que realizamos. Ahora, ya hemos podido comprar nuestro propio equipo de música”. Gisela se incorporó al grupo en junio de 2006. Era miembro de la Asamblea de Córdoba y Anchorena y tras asistir a un acto en Corrientes y Medrano, se incorporó al grupo. Se juntan los jueves en un bar del Abasto, la Casona Cultural de Humahuaca 3.508. La gente de ese boliche les presta el lugar y también su vereda para armar las baldosas y afiches. “Vivimos cosas inesperadas -agrega-, gente que se reencuentra, como cuando un hombre al ir al acto de quien había sido su compañera se volvió a ver con su hijo, con quien se habían distanciado y allí conoció a su nieta”. También relata que algunas personas no habían podido pasar más por esos domicilios de donde llevaron a sus familiares, pero tras los actos y colocación de baldosas dicen que es que tomaron fuerza para volver al barrio. Por otra parte, Gisela relata que “un hombre que compró un departamento se enteró luego que en ese lugar había vivido una persona que fue víctima del terrorismo de Estado. El tipo se puso a averiguar quien era ese desaparecido, escribió su historia e impulsó el recordatorio en la vereda”. Gisela señala que la iniciativa también llegó a Jujuy y a La Rioja para homenaje al obispo Enrique Angelelli, y que van aumentando los casos para trabajar. En tanto, reafirma que las baldosas no son lápidas, “son el rescate de la vida y pelea de nuestros compañeros”. Por otra parte, cuenta que “pensamos en publicar esas historias como testimonio de los barrios”. Las actividades de estos vecinos porteños puede ser consultadas en su sitio: www.memorialmagro.blogspot.com ________________________________________ Los años pasan y ya nos vamos poniendo viejos, lo que no es lo mismo que envejecer… Lo mostraron los compañeros de secundario de Antonio Agradecemos a los vecinos de Almagro, porque su iniciativa nos permitió que no desaparezcan tantas mañanas compartidas en el secundario […] Después empezamos a vivir… Alfredo Montenegro Poco después de terminado el secundario nos volvimos a encontrar. Se acababa la parte más feliz de nuestra vida y empezaba la más difícil Recuerdo que Antonio había empezado a trabajar en el Hogar Obrero y volvió a mostrarnos su rebeldía. Sabíamos que militaba en el PC, pero, cuando por el ’83 vi su nombre en una marcha me emocioné. Hoy estoy tan compungido como entonces… Pablo Tagliani Nada nos emociona tanto como estos actos porque rompen con la impunidad confesada como objetivo del plan de la guerra contrainsurgente…Carlos Zamorano (LADH) “… Estimados amigos: Yo soy uno de los compañeros de escuela que participó del acto en memoria de Antonio Garbarino. No saben cuanto les agradezco lo que hacen […] El martes, de regreso a Viedma, aún podía ver y sentir a ese puñado de personas que generosamente contribuyeron a que Antonio este vivo en nosotros. Un gran abrazo…” Pablo Tagliani Le prometimos a Pablo publicar su mensaje, no para alimentar nuestro narcisismo, sino para invitar a pensar la productividad social de instaurar una memoria colectiva…la importancia de la memoria colectiva…

Fecha de Desaparición o Asesinato: 
Hace 39 años 4 días
Barrio: 
Almagro