¿Omnipotencia?


Ilusión de omnipotencia

Queremos hoy aclarar este concepto que venimos acuñando hace tiempo.

Es dable escuchar “soy omnipotente”  o “sos omnipotente”,  aún en boca de los psicoterapeutas.

Al decir que alguien es omnipotente se están afirmando esas capacidades en la persona. Es decir, sumo poder, poder total, poderlo todo, poder para todo.
Esto, además de imposible, tiene como contrapartida necesaria la sensación de impotencia total.

Tampoco es correcto hablar de fantasías de omnipotencia, ya que las fantasías son factibles de realizarse, resolverse, conseguirse, esto es más de lo mismo: subyace la polaridad omnipotente/impotente.

En los momentos en que se adopta la imagen de omnipotencia es muy posible que la persona -en una especie de corrida hacia adelante- tenga mucha energía y le salgan bien las cosas, cuestión que tapará lo que le va saliendo mal y más que nada el tendal de gente que va dejando a un lado con el ímpetu de su disparada. Es cuando alguna de estas ultimas situaciones se hacen evidentes que se desemboca en la sensación de impotencia total.

De esta manera la persona alterna entre momentos de bienestar y malestar según la polaridad (omnipotencia/impotencia) predominante y esto además repercute en su entorno.

Con estas características se puede estar bien un tiempo tan largo o corto según sea la vida de esa persona. Eso sí, en algún momento esto revierte en contra, en el sentido personal y en el sentido de haber dejado lesionadas a personas queridas.

Quienes sostienen, mantienen y alimentan estas características en sus relaciones personales tienen algún “beneficio” conocido o no por ellas. En realidad se trata de pseudobeneficios y acarrean por ejemplo:

  • Dependencia

  • Desconocimiento de valores propio

  • Poner lo suyo a disposición total de ese otro

  • Sometimiento

Decir que alguien tiene que dejar de ser omnipotente es afirmar que lo es, lo cual es un contrasentido que reafirma esa ilusión.

Llamamos a pensar seriamente esto, ya que en este caso no solo se está alimentando lo mismo que se quiere revertir, sino que además se está dando mensaje y contramensaje, lo cual es mucho mas grave. Dentro de la psicoterapia es iatrogenia.